martes, 24 de mayo de 2011

SESION 4 PRODUCTO 7

NARRATIVA

Hace 173 años, nuestra nación atravesaba sus primeras décadas como país independiente y buscaba el restablecimiento de la economía, seguridad y el orden público por lo que en México se vivió una creciente  época de inestabilidad.
España se resistía a la idea de perder el dominio de lo que un día fuera su colonia más productiva, mientras que Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia buscaban el más mínimo pretexto para  profanar lo que se estaba desarrollando como una de las puertas de entrada para el comercio internacional en América, este deseo de conquista se ocultaba bajo las nobles intenciones de salvaguardad sus inversiones y los derechos de sus compatriotas en nuestro país.
Tal como ocurrió con el ciudadano francés Remontel dueño de un restaurante en  el pueblo de Tacubaya, quien exigía el pago de ¡sesenta mil pesos de esa época! por la repostería fina que habían degustado los soldados de Santa Anna en su establecimiento  aprovechándose de los motines que se vivían en ese momento para irse sin pagar. Bajo este marco surgieron muchas otras exigencias, por lo que el gobierno francés a través de su Ministro Antoine Louis Deffaudis envió un ultimátum en el cual se reclamaba con prepotencia el pago de una suma total de ¡seiscientos mil pesos! Ante esta ridícula y estrafalaria petición el gobierno mexicano decidió pasar desapercibida la petición debido a que no contaba con los fondos necesarios para cubrir esta demanda, ni las futuras peticiones que surgieran a partir de esto.
Desafortunadamente a finales de 1837 el fusilamiento de un bandido  francés impulso la ya  predecible invasión de Francia en 1838 quien contaba con veintiséis navíos encallados en las costas de Antón Lizardo para exigir mediante la fuerza de sus cañones lo que no habían conseguido  por medio del dialogo duro y altivo:  arreglar un tratado de navegación y comercio, librar a los franceses de contribuciones  y  prestamos de guerra.
El entonces presidente Anastasio Bustamante señalo que no llegaría a ningún acuerdo mientras el gobierno francés no retirara sus tropas; alentando al pueblo mexicano a defender la soberanía de la nación de la soberbia de Francia, quien ya había cesado  las relaciones con México y bloqueado el puerto de Veracruz paralizando sus actividades económicas, por lo que se convirtió en  la escena principal de la primera intervención francesa, mejor conocida como “Guerra de los pasteles” la cual obtuvo su nombre gracias a la tan absurda petición del repostero francés Remontel.
El 27 de noviembre de 1838 se dio inicio al bombardeo del fuerte de San Juan de Ulúa, la falta de municiones por parte de la población orillo al rendimiento del mismo, izándose la bandera francesa en lo alto del  castillo, en consecuencia el gobierno mexicano ordeno la salida de todos los franceses del país y rechazo la rendición del fuerte mandando al General Antonio López de Santa Anna a su defensa  quien combatió con vehemencia a las tropas enemigas, impidiendo la entrada de los franceses a la ciudad, los adversarios dispararon directamente a los soldados de Santa Anna, produciendo un gran número de bajas y heridos incluyendo la muerte de Arista, cuando se  marchaban ya victoriosos , Santa Anna alentó a sus hombres a abatirlos, marcho por el muelle con trescientos hombres, quiénes al ser descubiertos fueron atacados con metralletas, resultando herido El general quien perdió una pierna a causa de la gangrena.
Mientras estos hechos ocurrían países como Gran Bretaña veían afectados su comercio por lo que las tropas inglesas anclaron en las costas de Veracruz con la intención de amedrentar a Francia con la fuerza de su flota de once embarcaciones con más de 370 cañones, para negociar la paz.
Francia accedió a las negociaciones firmando el 9 de marzo un tratado de paz en el que se estipulaba que: los franceses devolvían el castillo de San Juan Ulúa, mientras que México se comprometía a anular los préstamos forzosos y a pagar 600 mil pesos de indemnización, firmando un tratado de comercio.
Ambos países establecieron la paz y aunque México se comprometió a cubrir la deuda no pudo cumplir como lo exigían los franceses por lo que años más tarde se genero la segunda intervención francesa. Pero esa,  es  otra historia….



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